Se entiende por lesiones deportivas cualquier daño que
se le haga al organismo, ya sea psicológico o físico, practicando una actividad
deportiva yocasionándose una lesión o
discapacidad. La mayoría de los trastornos musculares son de origen traumático
pero los motivos de estos traumatismos no sólo son físicos, sino que también la
mente está influyendo y mucho, en que una persona pueda estar más o menos
predispuesta a padecer una lesión física.
“El coaching es el arte de crear un ambiente a través de la conversación
y una manera de ser, que facilita el proceso por el cual una persona se
moviliza de forma exitosa para alcanzar sus metas soñadas.” - Tim
Gallwey
Todos, en mayor o menor medida, tenemos metas, queremos aspirar a tener
éxito en aquello que nos proponemos e incluso también, queremos crecer y
mejorar a nivel personal. Sin embargo, seguimos creyendo que el cambio
vendrá solo o sin ayuda de nadie y continuamos haciendo las mismas cosas de
siempre.
El coaching es una herramienta terapéutica basada en la mayéutica Socrática,
mediante la cual, la persona, con ayuda del coach, va llegando a interiorizar
una serie de aspectos importantes que ayudarán a su crecimiento, a maximizar su
rendimiento y en la mayoría de los casos, a conseguir las metas propuestas.
La palabra depresión
tiene por sinónimo el decaimiento
e ilustra un estado de abatimiento moral y físico relacionado con el deterioro
del humor.
Es una enfermedad que existe desde la antigüedad, ya
que el propio Hipócrates (siglo V a. C.) la identificaba como la tristeza y la
aflicción que persiste en el tiempo y que indica un estado de melancolía.
Aunque es actualmente cuando más incidencia está teniendo.
Las nuevas tecnologías, el ritmo tan ajetreado de la
sociedad, la cada vez mayor impersonalidad de las relaciones humanas y sobre
todo, la falta de contacto en la crianza, son algunos de los factores más
importantes para que la depresión, hoy en día, afecte a unos cien millones de
personas en el mundo y a un 5-6% de la población española.
¿CÓMO
RECONOCER A UNA PERSONA DEPRIMIDA?
Aunque la depresión sea una de las enfermedades más
reconocidas en el ámbito médico y social, todavía existen dudas a la hora de
identificar a una persona que padece depresión.
“Las personas
no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos”
- Epicteto.
¿Cuántas
veces pensar de forma errónea nos ha llevado a situaciones indeseables? El
pensamiento puede ejercer un gran poder sobre nosotros, porque según como
pensemos e interpretemos los hechos, actuaremos de una forma u otra. Ahora
bien, para poder continuar, primero debemos entender qué es el pensamiento.
¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO?
El pensamiento implica
una actividad global del sistema cognitivo con la intervención de los mecanismos
de memoria, atención, procesos de comprensión, aprendizaje, etc.
Es una experiencia
interna e intrasubjetiva que tiene una serie de características particulares que
lo diferencian de otros procesos, como por ejemplo, que no necesita de la
presencia de las cosas para que éstas existan o la más importante, su función
de resolver problemas y razonar.
Además, nuestros pensamientos nos hacen únicos.
Cada persona piensa de forma particular porque ha vivido en contextos
diferentes y éstos le han condicionado para crear unas formas de interpretación
de los hechos y de la realidad.
A menudo, en el deporte nos encontramos con casos en
los que un jugador/a con gran talento, entrena bien y además mostrando un alto
nivel, pero cuando llega el momento de la competición, ese “excelente” rendimiento
disminuye hasta límites preocupantes e incluso muchas veces, esto se convierte
en lesión.
Cuando esto ocurre, el motivo (a priori) es claro: la
ansiedad competitiva. Pero, ¿qué significa este término, por qué ocurre y
qué consecuencias tiene para los deportistas?
La ansiedad competitiva surge como una respuesta de
nuestro organismo ante situaciones amenazantes o percibidas como tal y conlleva
toda una serie de sentimientos y síntomas físicos y cognitivos desagradables
que alteran el funcionamiento normal del deportista.
Teniendo en cuenta que existen diferentes niveles de
activación, la competición tiene la capacidad innata de aumentar ese nivel. Esto
puede tener consecuencias positivas ya que nuestro cuerpo, ante esta situación,
estará segregando altos niveles de cortisol y adrenalina, y esto provocará una
mejora de la atención, de la concentración y de las capacidades condicionales
del deportista.
Sin embargo, un exceso en esta activación provocará
la aparición de la ansiedad competitiva, con todas sus posibles
consecuencias.
En este vídeo, vemos como a Kiko Femeníale generó
tanta presión la situación (su debut en 1ª División), que acabó por superarle.
En el artículo "La consciencia del carácter. Un abordaje psicoterapéutico", os hablaba acerca de la formación del carácter y
cómo éste iba sosteniendo a la persona en su vida cotidiana hasta el punto en
que, un día, toda esa coraza creada a lo largo de los años, se desmorona y deja
paso a la consciencia más primitiva de nuestro “yo”.
Un “yo” que ha pasado a estar desajustado o enfermo y
que necesita retomar el equilibrio para volver a estar en disposición de
acercarse a la vida. Y es ahí donde entra la psicoterapia.
Es cierto que existen muchos tipos de psicoterapias
(que no terapias, porque abunda el intrusismo laboral), pero en mi opinión, el
objetivo fundamental de todas ellas debe ser dotar de las herramientas adecuadas a la persona que acude a la
consulta, de manera que pueda controlar su vida a partir de poder controlar su
carácter.
- La psicología deportiva en los Juegos
Olímpicos de Río de Janeiro 2016 -
Una vez concluidos los Juegos Olímpicos de Río de
Janeiro 2016, es el turno de analizar algunos de los factores que han llevado a
la Delegación Española a conseguir los segundos mejores resultados de su
historia (según el medallero oficial). Resultados, que también nos dejan
momentos e imágenes que serán difíciles de olvidar por su espíritu de esfuerzo,
entrega, superación y compañerismo.
Hablamos de unos Juegos, que no sólo destacan por los
buenos resultados obtenidos, sino por todo el gran proceso y rendimiento que
los atletas españoles han tenido durante el torneo olímpico, independientemente
de conseguir medalla o no.
En esa mejora, la psicología deportiva ha tenido un
gran papel. Y es que, si por algo se han diferenciado estos Juegos de los
anteriores, ha sido porque esta disciplina ha empezado a cobrar más peso dentro
de la preparación de los atletas. La prensa, los aficionados, pero sobre todo los
propios deportistas como Ruth Beitia, Carolina Marín o el equipo de Gimnasia Rítmica
han destacado la
figura del psicólogo del deporte como un factor diferencial en su
rendimiento, y como consecuencia, en sus respectivos triunfos.
Nuestra identidad, nuestro yo, se va forjando desde
el período más primitivo (en el útero materno), hasta todas las situaciones y
relaciones que conforman nuestra realidad actual. Cada una de las etapas
evolutivas y la manera en que cada persona las vive, van creando los mecanismos
de nuestro carácter, que definirán la forma en la que nos desenvolvemos.
Las ETAPAS más importantes las divido en:
Embarazo y
parto: el tipo de embarazo, la
relación con la madre y su entorno y el parto, influyen y mucho, en el
desarrollo posterior del niño.
Crianza: los primeros meses serán clave para la formación de
la personalidad. Aquí, tendrá mucho que ver el tipo de apego que exista entre
los padres y el bebé. La lactancia, ayudará a crear ese vínculo y a que el niño
pueda empezar a sentirse más “seguro” y protegido en este mundo.
Infancia: en esta fase el niño empieza a darse a conocer al
mundo, con lo que además de las relaciones parentales, también será importante
el contexto social en el que viva a la hora de empezar a crearse una identidad
propia.
Adolescencia: tiempo de cambios internos, cuestionamientos y
necesidad de autoafirmación.
Vida
adulta: última fase en la que el carácter
y la personalidad ya están definidos, pero donde las preocupaciones empiezan a
surgir pudiendo desestabilizar el equilibrio interno afianzado durante los años
anteriores.
“A la cima
no se llega superando a los demás, sino superándose a sí mismo.”
La motivación, es la gasolina que nuestro cerebro
necesita para convertir nuestras intenciones en actos. Claro ejemplo el de esta
Eurocopa, donde equipos humildes pero con jugadores inmensamente motivados por
poder jugar una competición de esa importancia y representando a su país, están
siendo capaces de obtener grandes resultados frente a equipos mucho más
contrastados.
Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que si la
motivación actúa en nuestras mentes a nivel individual, el liderazgo ejerce su
influencia en el grupo. Y es por ello, que un liderazgo efectivo, conseguirá mantener
a cada miembro de ese grupo motivado y convencido en trabajar de forma conjunta
para conseguir las metas propuestas.
Las Olimpiadas de Barcelona 92 dieron inicio al
actual protagonismo que hoy tiene el deporte en España, tanto en los medios de
comunicación como en la vida cotidiana.
El boom del running, los gimnasios llenos… ejemplos
que denotan que el deporte y el ejercicio físico están cada vez más a la orden
del día, ya sea por salud, para competir, divertirse o como forma de relación
social.
Es por ello, que se hace necesaria la profesionalización
en este ámbito; la necesidad de una persona que pueda dar respuesta de forma
eficaz a estas demandas. Surge entonces con fuerza la figura del gestor
deportivo.
Cuando hablamos de gestor deportivo, nos estamos
refiriendo a la figura de una organización que se encarga de organizar, planificar y ejecutar todas las medidas
necesarias para llegar a conseguir los fines marcados por la misma.
Como líder de la estructura organizacional, debería
llegar a cumplir cuatro grandes e importantes criterios:
“Más rápido,
más alto, más fuerte”, lema de las
Olimpiadas que lleva implícito un ideal de superación, que entendido de forma
óptima puede derivar en la búsqueda de un crecimiento personal y deportivo,
pero que llevado al extremo, puede convertirse en un elemento altamente
disfuncional.
Este vídeo es un claro ejemplo de hasta dónde podemos
llegar por contentar a ese ego que va creciendo en nuestro interior, un ego que
nunca se conforma, y lo más peligroso, que a pesar de todos los éxitos nunca está
satisfecho y siempre quiere más y más. Nos hablaba el psicólogo Nathaniel
Branden del síndrome de “nada es
suficiente”, de esa incapacidad de estar satisfechos con lo que tenemos o
con quiénes somos.
“Si tus acciones inspiran a otros a
soñar más, aprender más, hacer más y a ser mejores, entonces eres un líder.” - Jack
Welch
Todavía recuerdo el
primer día en el que entré en un vestuario como entrenador. Esos nervios
propios por la incertidumbre de enfrentarte a algo nuevo, mezclados con una
ilusión inmensa por poder empezar a dirigirme a esos jugadores que a partir de
ese momento iba a tener la responsabilidad de mejorar.
Liderar, para mí, es
contagiar, inspirar, provocar, motivar para crecer, pero sobre todo,
transmitir. Y esto, sólo es posible si se hace desde el corazón y desde la
pasión que te provoca tu trabajo y tu misión.
En este sentido,
podrían hacerse muchas clasificaciones entre los distintos tipos de líderes,
pero la que más me gusta es la siguiente:
“La naturaleza, para ser gobernada,
debe ser obedecida.”
Francis Bacon, padre filosófico de la revolución
científica, ya sostenía que para utilizar el potencial de la naturaleza en
nuestro beneficio, primero había que admitir la realidad y adaptarse a ella. Este consejo se aplica tanto al mundo que nos
rodea como a nuestra vida interior, nuestras emociones.
Para entender mejor todo esto, imaginemos que
inyectamos agua en una tubería atascada. En este caso, la presión aumentaría y
el riesgo de que reventase sería mucho mayor que si el agua fluyese libremente
a través de una tubería limpia.
Lo mismo pasa con nuestras emociones; una
acumulación de sentimientos negativos no liberados puede acabar provocando un colapso
emocional y esto es un riesgo que podemos evitar.
“Después de
que una empresa de paraguas intentara llevar a sus comerciales a abrir mercado
en el desierto y que casi todos ellos rechazaran la oferta, estos acudieron al
último que les quedaba, un vendedor que aceptó, porque pensó que nadie más allí
estaría vendiendo lo mismo que él.”
En esta anécdota vemos cómo lo que en principio resulta
un problema, se puede acabar convirtiendo en una oportunidad o reto; clave
esencial para empezar a ser más productivo.
Aunque hoy en día esta productividad se nos exige en
la mayoría de los ámbitos de nuestra vida, hay diferentes motivos por los que
no acabamos de conseguirla.
Ahora bien, si realmente estás decidido a lograrlo,
hay una serie de pasos que debes de seguir. Lo primero, es conocerte bien a ti
mismo para saber qué aspiraciones y
motivaciones tienesy adónde te
puedes enfocar para conseguir lo que te propones.
El siguiente paso será marcarnos objetivos constantemente. Estos objetivos deben ser a
corto plazo, muy concretos y con fecha límite. Los puedes dividir en:
Sólo un uno por cien de todos los jugadores que están
en las escuelas de fútbol llegarán a ser profesionales; un porcentaje muy bajo
que debe hacernos reflexionar sobre las prioridades en la etapa de formación.
Para ese noventa y nueve por cien que no llegará a
ser profesional, la prioridad en esta etapa debe ser la adquisición de hábitos
saludables, valores positivos, el aprendizaje y mejora de sus cualidades, pero
sobre todo la diversión y el disfrute.
Ahora bien, ¿qué hacemos con ese uno por cien que
desde muy pequeño ya está destacando y parece “destinado” a poder triunfar en
el deporte?
Todos los grandes deportistas han tenido siempre un
rasgo en común, su fortaleza mental,
esa que les ha permitido persistir en su sueño, sobreponerse a cualquier
adversidad y poder aguantar críticas y alabanzas. El ejemplo más claro es Rafa Nadal, pues define a la
perfección el hecho de que una buena preparación mental acaba siendo
determinante a la hora de conseguir el éxito deportivo.
Imagina ahora una situación hipotética:
Un equipo de tu deporte preferido y un jugador que
empieza a ver que no cuenta con los minutos esperados porque no acaba de tener
la confianza del entrenador. ¿Cómo afrontamos esta situación?
Si la afrontamos como una amenaza (que suele ser lo más común), la reacción será ir
disminuyendo el esfuerzo y la implicación hasta acabar abandonando el equipo en
muchos casos.
Sin embargo, si la vemos como un reto,
como una oportunidad para exigirnos el máximo y competir con el que tenemos
delante, conseguiremos o no esos minutos que esperamos, pero lo que es seguro
es que, por un lado, estaremos satisfechos con nuestro trabajo y por haberlo
intentado, y por otro, habremos crecido y mejorado como personas y como jugadores.
Teniendo en cuenta
que el fútbol consta de una parte técnica, una táctica, una física y otra
emocional, ¿qué porcentaje le asignaríamos a cada una de éstas áreas para
conseguir el éxito? La respuesta variará
en función de a quién le preguntemos, pero lo cierto, es que hoy en día la diferencia la marcan los equipos y
jugadores que mejor preparados están psicológicamente.
Es evidente que en el
fútbol cada vez vamos más encaminados al entrenamiento integrado, y para esto
es esencial que la psicología también pueda adaptarse a estas necesidades y
demandas tratando de proponer trabajos innovadores y sobre todo, que las
fronteras se puedan ampliar de tal manera que este entrenamiento pueda ser algo
habitual y cada vez más utilizado.
Cada vez más, el factor psicológico se está
convirtiendo en un aspecto determinante del rendimiento deportivo a nivel
individual y colectivo, y aunque algunos clubes profesionales ya cuentan con un
departamento de psicología propio, todavía sigue siendo algo muy desconocido y hermético.
Es por ello, que este desconocimiento provoca que a muchos otros clubes les
parezca algo superfluo, innecesario, o incluso fuera de sus posibilidades.
Para empezar a poder entender la función del
psicólogo deportivo en el fútbol, es necesario asumir que la herramienta
principal para poder trabajar, permanecer y finalmente conseguir un cambio, es
el entrenador. De él, depende que nosotros, los psicólogos deportivos, sigamos
trabajando, que nos confíen a sus jugadores y que por supuesto se impliquen en
el proceso.
Con este artículo, quiero hablaros del proyecto que
desde hace unos años llevo creando y dando forma, y que finalmente esta
temporada se ha consolidado como un departamento propio en un club de fútbol no
profesional como es el Torre Levante, pero cuya exigencia en equipos de
formación es máxima.
A menudo, nos invade la sensación de que no estamos
haciendo con nuestra vida lo que realmente nos gustaría, que hemos dejado de
perseguir aquellos sueños que un día tuvimos; pero nos encontramos tan acomodados
y amenazados por nuestros miedos, que a la larga, nos olvidamos de esos sueños
y seguimos en el punto de partida, es decir, conformándonos con aquello que
tenemos aunque esto suponga no llegar nunca a alcanzar la felicidad.
A lo largo de la vida, vamos desarrollando nuestra
personalidad a través de nuestras vivencias. Las experiencias traumáticas o de
fracaso nos van a ir creando una “coraza” que nos va a permitir
evadirnos, en cierta medida, de la sensación de no realización y del
sufrimiento que conlleva. Esto, es un mecanismo de defensa que en realidad nos
está privando de sentir y sobre todo, nos está limitando en nuestro crecimiento
personal a todos los niveles.
Cuando vemos alguna
competición deportiva, casi siempre escuchamos frases como: “les falta tensión, están dormidos, juegan
nerviosos …”; están hablando del punto
de activación del deportista.
Como vemos en la imagen, para
conseguir un rendimiento óptimo es importante tener una activación moderada, ya
que por un lado la baja activación o “exceso de relajación” supondrá no tener
la intensidad y concentración necesaria y por otro lado, la sobreactivación
puede llevar a tomar malas decisiones.
En este último artículo de “entrena
tu mente”,te ofrezco unas llaves
para aumentar tu activación y otras para reducirla, de manera que puedas controlar
tu punto de activación y mantener el estado óptimo de rendimiento.
“Ir juntos
es empezar, mantenerse juntos es progresar, pero trabajar juntos es triunfar.”
Henry Ford
En un contexto social y deportivo donde la
competencia es tan grande a nivel individual, la tendencia que más se repite,
es que un buen equipo puede superar
cualquier individualidad. No es suerte, ni magia, ni un buen día, es resultado
de un buen trabajo en equipo.
Sin embargo, no todos los jugadores están mentalmente
preparados y/o son conscientes de la importancia de anteponer los objetivos
colectivos a los individuales. Por eso, os propongo unas llaves para poder
mejorar y disfrutar de las ventajas del trabajo en equipo, de manera que esto
repercuta tanto en nosotros mismos como en el propio equipo.
A pesar de lo sencillo que es hoy en día obtener
información sobre cualquier cosa, la psicología y la función del psicólogo
siguen siendo grandes desconocidos; pues todavía hay gente que cree que ir al
psicólogo supone estar “loco”.
Si bien es verdad que la psicología nace y sirve para
aliviar o curar síntomas derivados de algún problema mental, este concepto ha
evolucionado y ha ido mucho más allá con el paso de los años. La psicología,
poco a poco se está despegando de esa primera definición para mostrar que
abarca mucho más. De hecho, la psicología actual se centra en mejorar la vida
de las personas y encontrar todo el potencialque
llevan dentro.
“Si no lo veo, no lo creo”, solemos decir. Os
propongo, que seamos capaces de dar la vuelta a esta afirmación y podamos
primero creer y después ver aquello que queremos, hecho realidad.
Aunque esto lo podemos aplicar a cualquier ámbito de
la vida, en este caso, quiero hablaros de la importancia de la confianza en uno mismo para alcanzar aquello
a lo que aspiramos y poder ofrecer nuestra mejor versión.
Para ello, os animo a empezar a “entrenar” nuestra
autoconfianza a través de las siguientes llaves, que nos permitirán creer que sí
somos capaces.
Dedicamos la mayor parte del tiempo de nuestro
entrenamiento en tareas y aspectos relacionados con la parte física y técnico-táctica
de la actividad, pero todavía seguimos descuidando la parte mental o
psicológica. Y es esta parte, la que acaba marcando la diferencia entre un
rendimiento normal o un rendimiento óptimo y excelente.
“Entrena tu mente” va a estar compuesto por cuatro
artículos que iré desarrollando a lo largo de las semanas y que nos van a
ayudar a introducir esa parte psicológica dentro de nuestro entrenamiento. Para
ello, nuestro primer punto será la concentración.
La concentración es la capacidad atencional que te va
a permitir estar preparado para dar tu 100%. Esta capacidad, es la que va a
ayudarte a centrarte y darte cuenta de los aspectos realmente relevantes de la
tarea que estás realizando.
Sin embargo, es una cualidad muy volátil y que
desaparece con facilidad si no se entrena. A continuación, os propongo 10 PASOS PARA PODER MEJORARLA:
Cómo puedo provocar sinergias positivas en mi equipo y que éstas consigan optimizar su rendimiento.
Nos encontramos en la recta final de la temporada, y es
más importante que nunca optimizar el rendimiento de nuestro equipo para acabar
consiguiendo los objetivos establecidos. Para ello, os propongo crear ciertas sinergias
positivas que faciliten alcanzarlos.
1. Si todavía eres
un grupo, conviértete en un equipo
Lo que diferencia a
uno de otro, es que mientras el grupo es un conjunto de personas unidas por y
para un fin concreto, el equipo, es un conjunto de personas comprometidas a conseguir
una meta. Es decir, los primeros no tienen cohesión interna y los segundos sí.
Clara, era una chica de 20 años, estudiante y amante de la
pintura que vino a la consulta con unos claros síntomas de depresión provocados,
sobre todo, por una baja autoestima, muchos complejos y un fuerte sentimiento
de inseguridad en sí misma.
Su caso, es sólo uno de los muchos que nos
encontramos a diario. Personas que en el trabajo, con los amigos, en una
relación… acaban sintiéndose inferiores a los demás. Esto, les crea una barrera
a la hora de mostrarse como son y como consecuencia les impide ser
felices.
Hace casi un mes que empezamos 2016, y con él, muchos
propósitos de cambio por parte de la
gran mayoría de personas; “este año dejo de fumar, me lo tomo en serio en el
gimnasio, empiezo a estudiar, etcétera”.
Todo son buenas propuestas
de mejora personal y el comienzo de un nuevo año nos permite empezar de 0 y
estar motivados.
Sin embargo, para poder mantener esa motivación y
llegar finalmente a conseguir esas metas, NECESITAMOS UN PLAN, una serie
de puntos clave que van a servirnos de ayuda para conseguir aquello que nos hayamos
propuesto en este nuevo año:
La realización personal y la satisfacción profesional es una de las mayores preocupaciones y ocupaciones de todas las personas. ¿Quién no desea tener éxito en la vida?
Sin embargo, alcanzar el éxito es todo un proceso de crecimiento y superación en el que debemos tener en cuenta algunas claves:
1. Ser exitoso, no tiene el mismo significado para todo el mundo. Por ello, el primer paso para poder crecer hacia el éxito es tener un objetivo, una meta y sobre todo una ilusión.
Este objetivo debe ser realista. Debemos ser capaces de vislumbrarlo y que esto nos genere una ilusión, una emoción interior; entonces y sólo entonces, tendremos nuestro objetivo.
2. Una vez tenemos esa meta, hay que ponerse a trabajar para conseguirla. Es importante saber con qué herramientas contamos, tener una buena planificación, pero sobre todo, plantearse hasta dónde estoy dispuesto a llegar y a dar de mí para poder conseguirlo. Trabajo, esfuerzo y perseverancia es la segunda clave.